Maquillando a Cindy Crawford

Eran las 6:00 de la mañana y me tocaba llegar a su casa a las 5:45. Iba un poco tarde porque salí de la casa y llegando al metro me di cuenta que había olvidado la caja del maquillaje y era indispensable para mí, Estaba nerviosa de que se fuera a molestar pero llegué a tiempo  y me abrió la puerta su asistente; me ubicaron en el estudio y me dijeron que ella saldría en 10 minutos. En ese momento me tranquilicé un poco.  Igual los nervios invadían mi cuerpo iba a maquillar una de las súper modelos de los años ochenta para un brunch que ella tenía para su fundación y todo tenía que salir perfecto. Necesitaba que quedara contenta y que me recomendara con sus amigas y en otras personas en el medio. De un momento a otro la vi entrar por la puerta. Su porte, elegancia y belleza de ella era algo que yo nunca había visto en mi vida. Ella no tenía nada de maquillaje. Se veía recién levantada, pero se veía de ensueño. Parecía una muñeca y eso que ya estaba llegando a los 50 años de edad. Me saludó, me preguntó mi nombre y me dijo que era un gusto que la fuera a maquillarla; me dijo que quería algo sencillo, pero fuerte, que ella era fanática de los tonos dorados y plateados y saco el hermoso vestido dorado que se pondría para la ocasión. Empecé por las bases y me dijo que ella usaba solo claras; me dijo que no fuera a taparle el lunar facial, pues ese era considerado su atributo más bello. Le dije que no se preocupara y empecé a trabajar los ojos con unas sombras doradas Chanel muy hermosas que había comprado hacía poco. Tenía que meterle todo el corazón a esta oportunidad pues me ella al quedar satisfecha con mi trabajo podría representar nuevas oportunidades y contactos. Me ofrecieron un cappuccino, uno de los mejores que me he tomado en mi vida. Y después de dos horas, ella se vio al espejo y me dijo “tú eres justo lo que necesitaba, quedé perfecta, te espero aquí mañana a las 5 de la tarde, pues tengo una comida con mis amigas  Elle MacPherson, Linda Evangelista, Claudia Schiffer y Naomi Campbell y quiero ser nuevamente la más bella, gracias por tu trabajo Lorenza, hace mucho tiempo no quedaba tan feliz con un buen maquillaje” yo sonreí y de repente abrí los ojos. Todo había sido un sueño.